Educación e Historia
Max Murillo Mendoza
viernes, 29 de junio de 2012
1. Objetivos
En este espacio se pretende reflexionar sobre la importancia de la historia, de sus herencias y sus efectos en la sociedad boliviana. Considerando elementos de identidad, pertenencia y estado.
2. Materiales de apoyo
Fotos con comentarios cortos: de Bolivia. Herramientas: tutoriales, lecturas de apoyo, videos sobre historia.
Algunos videos:
DESCOLONIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN http://www.youtube.com/watch?v=AwjtcKbzW68
http://educacionbolivia.yaia.com/historia.html
http://www.monografias.com/trabajos15/hist-bolivia/hist-bolivia.shtml
http://www.cejis.org/node/293
Algunos videos:
DESCOLONIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN http://www.youtube.com/watch?v=AwjtcKbzW68
Educación en Bolivia - Mensaje de niños bolivianos http://www.youtube.com/watch?v=prxJaD_gsLc
Modelo de clase http://www.youtube.com/watch?v=HNX_BdYsfG4
Algunas lecturas:
Modelo de clase http://www.youtube.com/watch?v=HNX_BdYsfG4
http://educacionbolivia.yaia.com/historia.html
http://www.monografias.com/trabajos15/hist-bolivia/hist-bolivia.shtml
http://www.cejis.org/node/293
3. Definición del contenido
Cuáles son los contenidos de la materia de historia en los colegios? Aporta en algo a la reflexión sobre lo que acontece en el país? Cuáles son las percepciones de los jóvenes sobre la materia de historia?
miércoles, 20 de junio de 2012
Propuestas y Estrategias para la enseñanza de la Historia.
En este artículo analizaremos estrategias específicas que nos
permitan favorecer la comprensión y el aprendizaje significativo de los sucesos
históricos en el nivel medio superior, mediante la implementación de propuestas
pensadas por nosotros con base en las clases y las lecturas realizadas durante
estos módulos. Nuestra intención es evitar que la Historia se convierta en una
materia repetitiva, memorística y carente de sentido y relevancia para los
alumnos. Así mismo al tratar el tema de la evaluación creemos necesario aclarar
que este será tomado en cuenta en relación con el aprendizaje en el aula. No
abordaremos el tema de la evaluación en su función certificativa e informativa.
Creemos imprescindible definir que una estrategia es un proceso de toma de decisiones en la cual una persona (el docente, el alumno) determina de manera los conocimientos necesarios para realizar una tarea (Anijovich, 2004). En este
artículo desarrollaremos estrategias de enseñanza y aprendizaje ya que serán
realizadas por el docente o por el alumno con el fin de lograr aprendizajes
significativos. (Díaz-Barriga, 1998.) Creemos que este artículo encuentra su
justificación, debido a la escasez de trabajos e investigaciones de estrategias
especificas enfocadas a las ciencias sociales y más concretamente a la
Historia, en comparación con los realizados en el campo de las ciencias exactas
y ciencias naturales. Presentaremos estrategias aplicables a la enseñanza de la
Historia y la correspondiente evaluación del aprendizaje como parte de la
acción docente, cada una de ellas comprenderá tres momentos: inicio, desarrollo
y cierre.
DESARROLLO: Trabajo en equipo. A cada equipo se le presentará una versión distinta (en formato escrito) del tema a tratar. En base a la información suministrada cada equipo deberá elaborar un discurso de convicción para presentar en el cierre.
En lo referente a la evaluación
consideramos a ésta como una herramienta de valoración, no de descripción, para
la toma de decisiones. En segundo lugar, la consideramos como un proceso
continuo (donde la evaluación formativa es fundamental, ya que es reguladora
del aprendizaje y del accionar del maestro). Por último, y en relación al punto
anterior, queremos hacer hincapié en la importancia de la relación entre
evaluación y acción docente ya que evaluamos para actuar (Feldman, 2004).
Hemos elegido el tema evaluación porque,
junto con el profesor Feldman, y acorde a lo expresado anteriormente, creemos
que las prácticas evaluativas juegan un papel fundamental y valioso en la
enseñanza, no sólo desde una perspectiva sistémica, sino desde la regulación
del aprendizaje (que los alumnos conozcan cuales son los progresos y
dificultades individuales y grupales) y de la intervención pedagógica (qué,
cuándo y a quien debe el maestro enseñar). Para poder documentar los aciertos y
errores del trabajo docente consideramos imprescindible el uso del portafolio
de evidencias del docente en donde registraremos los aciertos y errores de
nuestra acción, así como los resultados de las diferentes actividades
planeadas, para contrastarlos con nuestras expectativas iniciales y así
legitimar las estrategias de enseñanza que se planeen en actividades futuras.
Dijimos que desarrollaremos propuestas y
estrategias de enseñanza y de aprendizaje, éstas contarán con un momento
evaluatorio en el que utilizaremos diferentes instrumentos (ante la
multiplicidad de contenidos a evaluar, múltiples deben ser las herramientas
evaluatorias), partiendo de la idea que no es el instrumento en sí mismo lo
importante, sino, el uso que hagamos de él.
Los dos requisitos que cualquier
instrumento de evaluación debe respetar son la validez, es decir que el
instrumento sea útil y suficiente para obtener la información buscada, que mida
lo que pretende medir, y que simultáneamente establezca un procedimiento
específico para la interpretación de lo evaluado; y la confiabilidad, concepto
cercano a la noción de imparcialidad.
Los instrumentos se pueden clasificar en tres
grandes grupos o familias: familia de prueba o de examen, de información sobre
las personas y de observación. Vamos entonces al desarrollo de las estrategias
y a la evaluación de las mismas a través de alguno de estos instrumentos.
1.- UBICACIÓN TEMPORAL. LINEAS DEL TIEMPO.
INICIO: El maestro presentará y escribirá
en el pizarrón diferentes acontecimientos históricos (simultáneos y sucesivos)
incluidos en el currículum realizado (Anijovich, 2004), tendiente a la activación
de conocimientos previos, para su ubicación temporal.
DESARROLLO: El docente
realizará, junto con los alumnos, una línea del tiempo en el
pizarrón que facilite la comprensión de las nociones de duración, sucesión y
simultaneidad (Pozo, Carretero, 1984). Modelado y moldeado del maestro.
CIERRE: Las preguntas. Primero:
de comparación (vinculadas a las nociones de simultaneidad y duración).
Segundo: de relación y de causalidad y consecutividad (noción de sucesión).
EVALUACION: Observación
sistemática, ya que este instrumento nos permite evaluar la capacidad, por
parte de los alumnos, de realizar determinada cosa (en nuestro caso líneas del
tiempo que los alumnos realizarán a lo largo de todo el ciclo lectivo).
2.- CONFRONTACIÓN DE DIFERENTES VERSIONES.
INICIO: Presentación de información
sorprendente que cuestione los conocimientos previos (conflicto cognitivo), a
través de una breve exposición-discusión del maestro.
DESARROLLO: Trabajo en equipo. A cada equipo se le presentará una versión distinta (en formato escrito) del tema a tratar. En base a la información suministrada cada equipo deberá elaborar un discurso de convicción para presentar en el cierre.
CIERRE: Debate entre las
diferentes versiones a través de la defensa y refutación de las mismas. El
docente enfatizará la importancia de considerar la diversidad de puntos de
vista a la hora de abordar el estudio de la Historia.
EVALUACIÓN: Información sobre
las personas. Las entrevistas, aplicadas en dos momentos. Primero: Realizadas
por el maestro, con el fin de decidir la formación de los equipos de trabajo.
Segundo: Ejecutadas por los alumnos, una vez finalizado el debate, en dos
vertientes que comprenderán el desempeño individual (auto evaluación) y grupal
(hetero-evaluación entre iguales).
3.- EMPATIA CON EL CONTEXTO SOCIOCULTURAL
DE LA ÉPOCA DEL SUCESO
INICIO: Proyección de una película que
sumerja a los alumnos en la época a tratar. Por ejemplo, “Isabel la Reina
virgen”, para el tema del absolutismo (siglo XVI, XVII y XVIII).
DESARROLLO: Trabajo en
equipo. Cada equipo, con la orientación y monitoreo del maestro, deberá
documentarse sobre las instituciones que formaron y conformaron el Estado
absolutista (la corte, la burocracia, las embajadas, el ejército, la iglesia,
el rey y la razón de estado).
CIERRE: Simulaciones. Puesta en
escena de “Un día en la corte del Rey Sol “. Cada uno de los equipos deberá
teatralizar, aplicando lo aprendido a través de la personificación de los
miembros de cada institución (nobles, funcionarios, etc.), un hecho concreto y
conflictivo: La declaración de guerra a un Estado enemigo.
EVALUACIÓN: Prueba o examen.
Prueba operatoria, la cual está compuesta por preguntas que verificarán la
habilidad del alumno para operar con los contenidos aprendidos. Operar
significa en este contexto analizar, comparar, clasificar, criticar,
generalizar o plantear hipótesis. Este tipo de prueba es muy interesante, para
ser aplicada en la Historia, ya que su intención es establecer relaciones entre
los hechos y fenómenos, haciendo inútil el aprendizaje memorístico, potenciando
el razonamiento y la idea de que no existen los hechos aislados.
Debido a las limitaciones de espacio
únicamente tratamos algunas de las estrategias posibles (líneas del tiempo, las
preguntas, trabajo en equipo, simulaciones, debate, exposición-discusión).
Queremos hacer constar que dichas estrategias pueden ser utilizadas
indistintamente en cualquiera de los tres momentos. Así mismo, hemos propuesto
diferentes instrumentos de evaluación, cada uno correspondiente a una familia o
grupo distinto (Feldman, 2004). En las dos primeras estrategias no
especificamos tema alguno, sin embargo en la tercera “aterrizamos” en un tema
concreto que pretendemos sea ejemplificador de las aplicaciones posibles.
Creemos que la ejecución de estas propuestas puede mejorar significativamente
nuestra práctica docente y por ende el aprendizaje de nuestros alumnos.
Los desafíos de la enseñanza de la Historia
Actualmente,
la Historia se propone para una enseñanza comprometida con el avance de la democracia y
de la ciudadanía - procesos sociales
y políticos para los cuales se espera la contribución de las nuevas
generaciones.
Hay una
discusión de la relación entre la ciudadanía y la educación, y
hay un consentimiento, que la formación ciudadana debe privilegiar,
en el proceso de la enseñanza-aprendizaje, los
instrumentos intelectuales y
prácticos para una efectiva participación en la esfera pública - motivada,
consciente y elaborada, a partir del cruzamiento de los intereses subjetivos y
sociales.
Indican,
además, la necesidad de estimular la
investigación, el respeto y el reconocimiento del otro. En otras
palabras, apuntan la preocupación en hacer de la educación escolar
(y de la enseñanza de la Historia), un medio de aceptación de la diversidad de
perspectivas y proyectos individuales
o de grupos,
promoviendo la convivencia saludable, con la diferencia y un aprendizaje basado
en el conocimiento de
otras culturas y visiones del mundo.
El
proceso educacional desarrollado en las escuelas, deben garantizar que esta sea
por todo el
tiempo,
un espacio de crecimiento integral de los alumnos, ya que ella debe
desarrollar, sobre todo su función social.
Algunos
autores hablan de esta posible vía que debe ser presente en todas las escuelas:
;Paulo Freire¨
(1988), señala la existencia de una educación bancaria, y asumió una posición
contraria a lo que llamaba de educación bancaria.
Ese tipo
de enseñanza se caracteriza por la presencia de un profesor depositador
y un alumno depositario de la educación. "Quién es educado así, tiende a
tornarse un alienado, incapaz de leer el
mundo
críticamente".
El
educador debe comportarse como un provocador de situaciones, un animador
cultural en un
ambiente en
que todos aprenden en comunión: ninguna persona enseña
a nadie, y las personas no aprenden solas.
Esas y
otras ideas de Freire, están hoy, en gran evidencia en el medio educacional,
como por ejemplo, el concepto de la escuela ciudadana
(que prepara a los alumnos para tomar decisiones), y la necesidad de cada
escuela tener un proyecto pedagógico
en que reconozca la cultura local.
Jean Piaget,
(1994), presenta la teoría del
conocimiento, donde el eje central es que ¨el sujeto humano establece, desde su
nacimiento, una relación deinteracción con
el medio, y es en la relación de los niños con
el mundo físico y social, que promueve su desarrollo cognoscitivo.
Las
ideas de Piaget,
si bien utilizadas, ayudan al profesor a mejorar su práctica, por ejemplo, el
adolescente
puede pensar en cosas completamente abstractas, y no establecer una relación
directa con lo concreto;
él comprende conceptos como,amor la
democracia.
Debemos
observar a los alumnos para tornar los contenidos pedagógicos proporcionales a
sus capacidades, el niño es un encuestador en potencia,
levantando hipótesis sobre
el mundo, ello construye y amplía sus conocimientos, creando condiciones para
que el profesor alerte para proporcionar unconflicto cognoscitivo,
para que los nuevos conocimientos sean producidos.
Una
máxima de la teoría piagetiana, es que el
conocimiento es construido con la experiencia, lo que se torna
comprensible, cuando se trata de la moral;
según Piaget, leo que permite la construcción
de la
autonomía de la moral,
es el establecimiento de la cooperación en lugar de la coacción, y del respeto
mutuo en lugar del respeto unilateral, lo que, dentro de las escuelas,
significa democratizar las relaciones para la formación de sujetos autónomos.
Leo Vigotsky (1997),
señala ¨que el individuo no
nace listo y que también no es copia del ambiente externo. En su evolución intelectual,
hay una interacción constante e ininterrumpida entre los procesos
internos y las influencias del mundo social. Vigotsky comprende que el
desarrollo es fruto de una gran influencia de las experiencias del
individuo; pero cada uno comprende con un significado particular esas
vivencias.
La
manera como cada uno aprehende el mundo es individual, de manera que el desarrollo
y aprendizaje están íntimamente encendidos: nosotros solo nos desarrollamos si
aprendemos.
Enseñar
a los niños lo que ellos ya saben, es poco desafiador, e ir más
allá de lo que ellos pueden aprender, es ineficaz.
Lo
ideal, es partir de lo que ellos dominan para ampliar su conocimiento.
Con la
presentación de estas ideas, que han sido interpretadas por el campo
educacional, tornase necesario discutir acá, la función que la escuela
desarrolla como institución también de carácter social,
por tanto, su función social.
La producción de
estudios en el área de Historia, se ha preocupado actualmente por una mejor
comprensión de la realidad social, donde los hombres, con el uso de los
conocimientos adquiridos, asuman su postura de sujetos de su propia Historia,
con vistas a que esta deje de ser una ciencia que
se preocupa solamente por el pasado, y que busca posicionarse como una ciencia
que se
preocupa
también por las transformaciones ocurridas en la sociedad, en el transcurso del
tiempo, o sea, propone realizar un estudio del hombre participante
y agente en la sociedad.
Ocurre
además, el abandono de una visión lineal de la Historia, pasando a
direccionarse para las relaciones de cambio y
permanencia a lo largo del tiempo, para la existencia de las múltiples
temporalidades coexistentes en un mismo tiempo cronológico; la
interdisciplinaridad con
las
otras ciencias sociales,
como la antropología,
la sociología,
la geografía, la psicología y
otras. Ocurre aún, que los objetos del conocimiento histórico se dislocaron de
los grandes hechos nacionales o mundiales para la investigación de
las relaciones cotidianas, de los grupos excluidos y de los sujetos sociales
constructores de la Historia.
Lo que
pasó a emplear significado a la Historia, fueron las relaciones sociales
existentes en lo cotidiano: las relaciones de poder explícitas
o no, las resistencias,
las diversidades culturales y la percepción de
múltiples temporalidades expresas en cambios y permanencias, la búsqueda de la construcción de
la identidad de
los sujetos históricos, de la construcción de la Historia local con la
regional, la nacional con la mundial.
Es el
conocimiento histórico, desarrollándose sobre la presión de la
propia Historia.
Es
cuestión de gran importancia para la Historia, lo que dice respeto al tiempo
pasado, en la medida que lo observa como tiempo y movimiento,
en estrecha relación con el presente, ya que así es posible desarrollar un análisis de
la permanencia y cambios en la vida de la Humanidad, sobre
lo que
se construye una escala de valores que
los hombres van estableciendo al largo de la vida, cuando hace sus elecciones.
La
enseñanza de la Historia debe así construir una relación entre el pasado y el
presente, donde los alumnos sean llevados a percibir cómo los tiempos
pasados-presentes permiten establecer un permanente diálogo entre
ellos, retirando el criterio del carácter estático del pasado, y a reconocerlo
como un tiempo de transformación, en que los hombres mucho hicieron en la
búsqueda de satisfacción de sus necesidades.
Así, se
caracteriza el tiempo pasado como un proceso de constante cambio, lo que
confirma la necesidad de reconocer su carácter móvil. De esta manera, la
Historia se torna un estudio que, a partir del presente, se le hacen preguntas
al pasado.
Al
trabajar la importancia de la enseñanza de la Historia, debemos definir lo que
es estudiar, en
coherencia
con el porqué se debe estudiar la Historia; o sea, es más que una selección de
contenidos con propuestas de un tratamiento metodológico, más, tener una meta a
alcanzar y definir los contenidos, incorporándoles significado y valor,
en la medida que estos se tornan medios para
alcanzar una meta. La definición de esos contenidos, en búsqueda del objetivo
de la Historia - la comprensión de la realidad social-, debe llevar en cuenta
que hay una concepción tradicional de la Historia, heredada de la teoría
positivista del siglo XIX, que hace con que el estudio de Historia sea visto
como una interpretación pasiva
y contemplativa de la realidad, donde el conocimiento se presenta como una
aglutinación de un cierto número de hechos bien documentados y descritos.
Los
hechos, pasan a ser vistos en su singularidad e individualidad, de manera
lineal, estableciendo la
estrecha
relación de la causa-consecuencia.
Es el
desarrollo de un estudio vuelto a lo individual y lo superficial, basado en la
narrativa, que sólo presenta los héroes con la representación de los hechos
sociales y de otro lado, los hombres que todo reciben, de manera pasiva,
como espectadores, lo que trae un límite para que la Historia sea vista
como una disciplina que permite la comprensión de una realidad social.
Ahora,
lo que se va definiendo es un objeto de estudio en su dimensión global,
colectiva, social, en movimiento y cambio constante; donde el hombre es
considerado como un ser social, viviente de
una
sociedad que tiene dinamismo, donde el tiempo presente y la propia Historia es
vista en su construcción, comprendiendo una aprehensión de la
realidad de manera global.
El
estudio del pasado en la Historia debe ser comprendido como una manera de
trabajar la comprensión del tiempo presente, estableciendo una interlocución,
no limitándose solamente a una descripción de
hechos, ideas o actitudes heroicas,
como siendo una realidad estática,
compartimentada, fragmentada.
Al
seleccionar los contenidos, es necesario tener en mente, que hablar y analizar
la humanidad, es muy amplio, y por eso, hay la necesidad de una visión del
proceso de continuidad, pues,
el
proceso histórico, resulta de las prácticas sociales que se van desarrollando
como respuestas a las
necesidades,
que se van presentando en todo el tiempo, como desafíos a los hombres, y
cuando se encuentra la satisfacción para esos, otras necesidades se presentan,
creando así, la continuidad.
Desarrollar
la idea de la continuidad del proceso, es caminar para la construcción del
conocimiento histórico, en que los alumnos van a estar formando un pensamiento histórico
con respeto a su momento, de su realidad, pues en el diálogo que se establece
con el tiempo, comprende
que
hay una interrelación entre los diferentes aspectos, en diferentes
épocas: el político, social, cultural, económico, cultural, religioso; es
reconocerlos en su movimiento y en su constante transformación.
La
enseñanza de la Historia está impregnada de una narrativa basada en la elección
de algunos hechos, lo que lleva a una visión unilateral y con menor importancia
para la comprensión histórica, concediendo el carácter de la superficialidad.
No se
trata aquí de abandonar los hechos históricos, pero, registrar la importancia
de desarrollar
un
estudio que trae la propuesta de insertarlo en una dimensión que venga a
abordar su permanencia o continuidad en el proceso histórico, el hecho no es
visto como el todo y sí, como parte de lo global.
Aunque, la selección de los contenidos, está basada en una postura política e
ideológica; por eso, debe haber una definición muy clara sobre qué
interpretación y análisis desea hacer de la realidad social, así como la
transformación que se quiere procesar en esa misma realidad; Así como la manera
cómo se percibe la realidad, o la postura que asume delante de lo social,
influencia la
producción,
elaboración y la organización del
conocimiento a respeto de esa realidad. De esta forma, el valor y significado
destinado a un conocimiento está claramente ligado a su posición social frente
al objeto de análisis, con lo cual él establece un rol de indagaciones.
De esta
manera, el conocimiento producido y elaborado, a partir de los estudios
escolares no son neutros y percibidos por todos los alumnos de la misma forma,
mas es también, político, ideológico y localizado en función de una determinada clase social.
De
manera que, lo que se enseña, debe tener la clara definición de para qué
es y para quién se destina. Cuando se crea ese eslabón entre la
definición qué Historia enseñar, explicitada en la
organización
y estructuración de los contenidos, haciendo de estos un medio para facilitar
la comprensión de la realidad social, para aquellos con quiénes se propone
estudiar, podemos estar tomando el camino más acertado.
Desarrollar
un camino para la producción del conocimiento, exige un abordaje más reflexivo.
La práctica cotidiana permite una cierta comprensión de la realidad, siendo un
camino que lleva al hombre a ir construyendo significado cada vez más amplio de
una realidad en que él participa
como
sujeto, que tiene movimiento, y que a él, cabe su construcción y
reconstrucción, pues es sujeto histórico.
Alcanzar
esta comprensión de su papel social, abre condiciones para desarrollar un trabajo educativo
escolar al mismo tiempo en que se desarrolla el enseño de la Historia. Es el trabajo de
descubrir la realidad, en su papel de explicitarla, partiendo de las preguntas,
en búsqueda, no de certezas, mas de respuestas, que contribuirán en la idea del
proceso de la continuidad, de la constante búsqueda. De esta forma, los
contenidos deben servir como una mediación.
Deben
llevar a un trabajo de reflexión en que se perciba la realidad, no como una
situación acabada, mas sí, como una síntesis históricamente
producida por la acción de
los hombres en determinadas condiciones, bajo la acción transformadora de esos
hombres.
Una
enseñanza así, podrá transformarse en un factor significativo, tanto para
profesores como para los alumnos, en la medida que sea posible reflexionar
sobre su propia posición en el mundo, partiendo de sus experiencias y
situaciones concretas de la vida.
Al mismo
tiempo, debe contribuir para ampliar y profundizar la comprensión, permitiendo
la construcción de manera a realizar la intervención en la sociedad, a través
de suyas acciones,
en
búsqueda de su transformación. La enseñanza de la Historia pasa a tener un
sentido práctico, con
aplicabilidad
en un tiempo presente, pues consigue comprender una conexión entre historicidad
vivida y la Historia enseñada.
Partiendo
de una propuesta en que el conocimiento no sea dado por acabado, mas
teniendo al sujeto como activo en todo el proceso, la forma pedagógica que
acompaña el proceso enseñanza-aprendizaje escolar, debe trabajar el acto de
conocer basado en una forma procesal y dinámica,
en lo
que hoy puede y debe ser transformado y reelaborado por lo que venga a
ser aprendido, posteriormente.
De esta
forma, en la relación pedagógica establecida entre el profesor y el alumno, no
debe tener una polarización, mas los dos, deben asumir una misma postura de
sujetos que procuran juntos, elaborar un conocimiento, en un proceso
donde los dos aprenden juntos.
Profesores
y alumnos deben tener sus propias preocupaciones y cuestionamientos a respeto
de la realidad, como punto de partida en el proceso de enseñanza-aprendizaje,
siendo este, su conocimiento inicial.
De esta
manera, se tiene una relación pedagógica preparada para la propia vida; en que
la búsqueda de respuestas no es siempre el objetivo, pues la comprensión puede
por veces, ser también la
martes, 19 de junio de 2012
Educación en Bolivia
La Revolución de 1952 ha sido uno de los eslabones más importantes en la historia de la educación nacional, al ofrecer la posibilidad de acceder al sistema educativo, a todos los miembros de los pueblos originarios.
En Bolivia, la escuela Ayllu de Warisata,
abrió una brecha y la demanda de la población indígena ya no volvió a ceder
bajo el peso de la dominación y la dependencia.
Por el contrario su presencia fue una
constante para el desarrollo actual de la nación.
El
nuevo Código de la Educación Boliviana, rescató el espíritu de Warisata y lo
plasmó en un documento histórico, pero al mismo tiempo legal, que llevaba la
educación escolar hasta lo más recóndito del país.
La
presencia de diversos grupos originarios hace de Bolivia un mosaico único en la
historia contemporánea donde se presenta la Unidad en la Diversidad y obliga a
buscar una educación adecuada que, a la vez fortalezca el espíritu de la
unidad, respete la pluralidad de culturas y expresiones lingüísticas.
En
esta búsqueda, el sistema educativo entra en un proceso de identificación con
la pluralidad étnica y sociocultural presente en el país y se renueva tratando
de ofrecer una educación para todos.
La
falta de cobertura total de los niños en edad escolar, es uno de los problemas
que se pretende resolver en lo inmediato aunque el problema mayor sigue siendo
el de la calidad de la educación.
Por
ello, el Sistema Educativo plantea una renovación curricular, que haga alusión
a los problemas nacionales a través de un tronco común, que rescate al mismo
tiempo, las problemáticas regionales mediante las ramas curriculares
diversificadas.
Un
curriculum flexible que dé cuenta de las necesidades básicas de aprendizaje de
la población ubicada geográfica e históricamente en un lugar determinado, con
características específicas y necesidades particulares.
Una
enseñanza que permita y fomente el aprendizaje en la propia lengua como un
medio de afirmar la identidad de todos y cada uno de los bolivianos orgullosos
de su patrimonio multicultural, rescatando y fortaleciendo las lenguas
originarias a través de la educación intercultural bilingüe.
Con
ello se busca elevar la calidad de la educación básica, disminuir la deserción
y mejorar los índices de retención y culminación de estudios, como un eslabón
para mejorar la calidad de vida de los bolivianos.
Los objetivos de la Educación Boliviana
son:
Formar
integralmente al educando, permitiéndole adquirir los conocimientos necesarios
para su realización como persona humana y el conocimiento de sus deberes y
derechos que lo capaciten para ejercer sus derechos ciudadanos y convivir en
sociedad.
Superar
las condiciones de analfabetismo como una necesidad social para que todos los
ciudadanos puedan ejercer sus derechos y lograr igualdad de oportunidades;
Promover
la justicia, la solidaridad y la equidad sociales, incentivando la autonomía,
la creatividad, el sentido de responsabilidad y el espíritu crítico de los
educandos, hombres y mujeres.
Asumir
la heterogeneidad socio-cultural del país mediante la interculturalidad y el
bilingüismo en un ambiente de respeto entre todos los bolivianos, hombres y
mujeres.
Impulsar
la integración nacional y la participación de Bolivia en la comunidad regional
y mundial de naciones, partiendo de la afirmación de nuestra soberanía e
identidad.
Contribuir
a la construcción de una sociedad más democrática para que todos los
bolivianos, hombres y mujeres, disfruten de los mismos derechos políticos,
económicos, sociales y de acceso a la cultura.
Situación
lingüística
En
Bolivia, la lengua hablada dominante es el castellano. Sin embargo, al ser un
país pluriétnico, multicultural es también y plurilingüe. Entre los ejecutivos
y empresarios, el idioma extranjero de mayor uso es el inglés.
Según
los estudios realizados por el antropólogo y sacerdote Jesuita, Xavier Albó, y
de acuerdo al Censo de 1992, solamente un 40 % de la población boliviana es
monolingüe castellana.
La
mayores concentraciones monolingües en castellano se ubican en los núcleos
centrales de las principales ciudades y en amplias regiones del Norte, Oriente
y Sudeste del país, pues hay provincias del Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz en
que los porcentajes de monolingües castellanos son abrumadores.
En
Bolivia se hablan de más de 100 lenguas, de las cuales 31 son habladas por
grupos importantes debido al número de hablantes. De éstas, las principales son
el quechua, el aymara y el guaraní.
De
acuerdo con los estudios de Albó, habría un 23,5 % de bolivianos que saben
aymara. De éstos el 94 % hablan aymara (27 % monolingüe, 67 % aymara y
castellano). Esto se debe a la gran cobertura escolar y a los vínculos con los
parientes y paisanos residentes en ciudades como La Paz, El Alto y Oruro. 72 %
hablan castellano (4 % monolingües); 4% quechua (3 % con aymara).
Breve panorama de la educación superior en Bolivia
En el período de la Colonia, hasta 1826, la educación universitaria se dirigía principalmente a la a la formación de las élites socioeconómicas. Los brotes de inconformismo no llevaron a ninguna reforma de las instituciones de enseñanza superior.
En el período de la República, la universidad continuó privilegiando las mismas élites, sin embargo, con el inicio de la explotación minera y la apertura capitalista a la producción, se hicieron evidentes las primeras contradicciones sociales masivas. Se inició el proceso de lucha por la reforma estudiantil, donde surgieron los primeros movimientos estudiantiles de reforma universitaria.
Entre 1952 y 1985, no se llegó a consolidar un modelo académico propio, pero se logró conquistar la autonomía universitaria. A partir de 1985 surge en Bolivia la educación superior privada y se abren numerosos centros educativos. Estos centros reflejan, principalmente y salvo excepciones, hasta el 2011, una visión tecnocrática, posturas a-críticas y divorcio de los programas académicos de la realidad local y nacional, siguiendo la concepción predominante dictadas por el modelo neoliberal.
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